-¡silencio!.
dije silencio.
Versaba una obra antigua en la que participé. No era mi texto,
pero me agradaba oírlo.
era un grito.que exigía su opuesto.
y es que las cosas suelen detonarse de esa forma.
al rededor todo se ilumina y de repente
otra vez solo alcanzas a ver el humo de la llama.
y no es malo
solo es quieto
solo es paciente
solo hay que tener deseos de que las cosas pasen para que ocurran.
hay que quitarse
hay que detenerse
hay que abrazarse y dormirse y mañana salir a nadar
como cada nuevo nuevo día.
pero detenerse.
aunque jamas hay que detenerse
siempre debe haber
siempre existir una mínima , ligera
partitura que haga desplazar los pensamientos, los ideales
los sueños
y darles forma.
en algún momento las cosas llegan y uno debe ordenar la casa para recibirlas de verdad.
para saber que el tiempo ha pasado.
para entender los porques
que no tienen respuesta ahora sino
en mucho tiempo mas
un poco de melancolía
y miel
para el espíritu
en noche de domingo
hace bien
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