Pollita nueva ¿la lleva?

o discordia de necesidad obsesiva de pensamiento.

Saber las reglas del juego es lo primero.

Y bien, las sé bastante bien. Para pillar hay que seguir al otro, En la escondida debes no ser visto por que el que busca, en la silla musical instalarte a cómo de lugar en un asiento al menor movimiento de volumen de la canción que inspire la fiesterita. A la botella tienes que besar al chico que señala la botella, y así sucesivamente… Uno sabe las reglas, se estudia para aquello.
Pero cuando no se conoce a los demás jugadores ¿ no se suele ser preso de una pequeña laguna mental? Y no me refiero a quedar en blanco, que me paso solo una vez en el que enrede en mi cabeza todo ese guión con numeritos bien seleccionados que había hecho.
Muy bien . Ato mis nervios en un paquete y no puedo moverme. Los miro y los inspecciono, pero es peor así, pollita nueva siempre la lleva, siempre en observación y ahí yo, haciendo las cosas que no me gusta hacer y obligándome a aquello, cosa que si me gusta a hacer.
Finalmente terminamos hablando de sexo. Creo que eso sucede en todos los grupos, seas o no nuevo. Y me di vuelta y te mire, después de notar que sacaste el bolso de la silla para que me sentase a tu lado y yo , ingenua, genuina y nerviosa solo supe responder con un frío, pero siempre elegante : me voy. Solo al girar la espalda me lamenté de mi acción, pero ya era tarde y ya era elegante, no podría haber o pasado por alto aquello.
Voy a ser clara con las instrucciones la próxima vez, evitar el frío y la tensión, pero por sobretodo sonreír un poco más.

En otro aspecto, mucho alcohol, muchas copas de vino y muchas historias.
No le doy mucha s vueltas a mi cabeza, solo que tiendo a diseccionarme entre el yo de antes y el de ahora, es una confusión errante todo esto, pero me agrada como pocas cosas me agradan en la vida…Una de ellas es ver a un chico de chaqueta negra y zapatillas blancas caminando por Providencia mientras voy en la micro ¿Qué puede ser mejor que eso? Quizás un chico de chaqueta negra y zapatillas blancas con bigote caminando por Providencia, pero con dirección hacia mí. Eso es lo mejor que te puede pasar en la vida, por lo menos en la mía esta mañana.

Aprendía la teoría de las 14 horas, conversaciones conun insanno y además de esas cosas que no debes hacer o que, en realidad si puedes hacer y puedes parar y activar cuando sea. Soy peligrosa a veces.Ella intentaba precisamente que esto no ocurriera. Pelo lo lamento. Demasiado tarde.

Hoy deseo que a todos los macrobióticos les dé un ataque al hígado.